Todos los lunes de este ultimo trimestre del año imparto el taller de Lectura y Recitación en una casa de cultura.

El grupo compuesto en su totalidad por mujeres, no por nada, ni porque se haya vetado a los hombres, simplemente no se han interesado. Estamos trabajando con haikus el hecho de la brevedad; y qué mejor que esta estructura poética de origen japonés para darse cuenta de lo que hay que mojarse para salir al atril y en 17 sílabas contar algo de forma tan especial y tan breve que sea un regalo para el alma.

La autora de los haikus es la poeta valenciana Susana Benet, con la que ayer mantuvimos una charla telefónica de lo más animada; preguntándole cosas referentes a esta composición poética de la que es un gran representante el poeta Basho.

Susana nos dió alguna pauta personal para su lectura pausada, y alguna pista de la transgresión por parte del mundo occidental respecto a la métrica y a la temática de estos.

En fin, una tarde agradable, con charla gustosa e interesante, ahora solo nos falta desempeñarnos en la tarea de intentar escribir alguno, con esa métrica de 5, 7, 5 sílabas para la composición. Aquí, a continuación, algunos de mi cosecha, no digo buena ni mala, pero intentarlo y ponerte en medir y decir lo que quieres en esa suerte de poquísimas sílabas, ya es todo un reto.

Torsión constante

curva de los deseos

deseo todos.

Apeadero

comido de maleza

viaje invisible.

Rosa en el pelo

variado ramillete.

¡Ai, Frida Kalho!

Si al mirar hallo

cocinando tus ojos,

como en tu mano.

Madera y saco

molturación del alma

brindis contigo.

© Daniela Bartolomé Moro