UN ROMANCE DE VOCES CON ALMA…
Mi amado Luigi Maráez me escribe así, tan desde el alma…
La primera vez que oí tu voz, tronaba en una oscuridad tumultuosa; bebíamos todos vino junto a una iglesia encantada por el verso de aquellos encuentros verulenses, pero a través de aquella voz aún sin rostro, supe que había una persona a la que yo amaba; luego se hizo la luz, y eras tú, nada más y nada menos que tú, la que se emociona y derrama sus lágrimas cuando habla de Lorca, Machado…